Me llama la atención la cantidad de gente que aún manifiesta miedo a cocinar en el horno de microondas por las “supuestas” consecuencias negativas para la salud.
La verdad es que un horno microondas correctamente utilizado (según las instrucciones del fabricante), no debería producir daño alguno en la salud de las personas.
Las microondas están clasificadas como radiación no ionizante, al igual que otras como las de las emisoras de radio, y consecuentemente no pueden producir ionización en los sistemas biológicos. Su mecanismo explicado de forma muy simple, se basa en hacer que las moléculas de agua vibren y produzcan calor por la fricción entre ellas. Por ello, el proceso de calentado o cocinado de los alimentos por este método, va a depender de la cantidad de agua que contengan éstos.
Según indica la OMS, los alimentos cocinados en un horno microondas son tan seguros y tienen el mismo valor nutritivo que los alimentos cocinados en un horno convencional. Pero, a diferencia de éste, las microondas penetran profundamente en el alimento acortando los tiempos de cocinado.
La OMS, en su documento hace la siguiente aclaración “Para disipar algunas malas interpretaciones, es importante darse cuenta que el alimento cocinado en un horno microondas no se convierte en “radioactivo”. Ni ninguna energía de microondas permanece en la cavidad o el alimento después que el horno microondas es apagado. Al respecto, las microondas actúan como luz; cuando el foco de luz se apaga, la luz no permanece.”
Básicamente los peligros que entraña el uso del microondas son relativos al riesgo térmico y a las posibles quemaduras. Por ejemplo, si utilizas recipientes que no están especialmente diseñados para su uso en el microondas, éstos pueden calentarse en exceso y producir quemaduras.
También hay que tener cuidado al calentar el agua, ya que se puede “supercalentar” por encima de su punto de ebullición en poco tiempo (proceso también llamado retardación de la ebullición o defervescencia), lo que puede producir que ésta hierva de golpe explosivamente con el riesgo de quemaduras para el usuario. Si calientas agua en el microondas, espera unos segundos antes de cogerla.
En relación a los platos o recipientes de plástico utilizados para calentar los alimentos o el papel film, todos ellos deben tener la indicación de uso en el horno microondas.
Desde el punto de vista nutricional, al calentar los alimentos se alteran las vitaminas como la C y las proteínas, independientemente del método utilizado para calentar. Dado que los tiempos de preparación son más cortos en el microondas, éste ayuda a preservar la vitamina C y otros nutrientes.
Hoy queremos darte algunos consejos para cocinar o calentar alimentos en el horno microondas y preservar su sabor o riqueza nutricional.
- Para calcular los tiempos de cocción en el microondas, ten en cuenta que la profundidad del plato afecta el tiempo de preparación y su uniformidad. Los alimentos en un plato poco profundo se cocinan más rápidamente que en un plato hondo.
- No cuezas trozos grandes de alimento ya qué éstos no se cocinarán homogéneamente, lo que conlleva un riesgo de no matar todas las posibles bacterias (sobre todo en el caso de la carne o el pescado). Corta mejor los alimentos en fragmentos regulares para que se cocinen rápida y uniformemente.
- Ten cuidado de no cocinar demasiado tiempo la comida en el horno microondas, es mejor hacerlo durante tramos más cortos de tiempo, comprobando así cuando está cocinado el alimento.
- Puedes cubrir las verduras para permitir que se cocinen al vapor. Si no tienes una olla especial, usa papel film para cubrirlas, pero asegúrate de revisar que la marca que compres sea adecuada para el horno microondas. Puedes perforar la superficie para impedir que se acumule el vapor.
Si eres de los que no usas el microondas por temores infundados, espero haberte dado razones suficientes para quitarte el miedo. La cocina al microondas es saludable siempre que se sigan buenas prácticas.
Paula Saiz de Bustamante
Farmacéutica Especialista en Nutrición.
Para Health&Go